La Legislatura del Estado de Nueva York está impulsando una propuesta que otorgaría al Ayuntamiento la autoridad para destituir al alcalde de la ciudad, lo que supone un cambio drástico en la estructura de poder político de la ciudad. La medida se produce en medio de una creciente frustración con el alcalde Eric Adams y lo que los críticos llaman una falta de rendición de cuentas bajo las leyes actuales.
El 1 de mayo, el senador estatal Jabari Brisport y el asambleísta Harvey Epstein presentaron proyectos de ley similares para enmendar la Sección 9 de la Carta de la Ciudad de Nueva York. El cambio propuesto crearía una nueva disposición, el Artículo 28, Sección H, que permite al Ayuntamiento destituir al alcalde por una mayoría de tres cuartos de los votos. La destitución se permitiría tras una revisión formal de cualquier acusación formal y después de que el alcalde tenga la oportunidad de presentar una defensa.
El senador Brisport argumentó que la enmienda es necesaria debido a lo que describió como reiterados fallos de la gobernadora Kathy Hochul para actuar ante las peticiones de destituir al alcalde Adams. “La gobernadora Cathy Hochul ha fracasado dos veces en ejercer su facultad para destituir al alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, a quien se le ha solicitado repetidamente su renuncia”, declaró Brisport. “Es urgente otorgar al Ayuntamiento la facultad de destituir al alcalde de la ciudad de Nueva York, que actualmente se limita a la autoridad de la gobernadora y al Comité de Incapacidad de la Ciudad de Nueva York”.
La propuesta marca un cambio potencialmente significativo en la gobernanza local, descentralizando la facultad de destituir al alcalde y haciéndola más receptiva a la supervisión del Ayuntamiento.
Un portavoz de la alcaldía de la ciudad de Nueva York contraatacó rápidamente, defendiendo al alcalde Adams y criticando a los legisladores que impulsaron el proyecto de ley. “Los concejales Brisport y Epstein no están considerando en absoluto la voluntad de los votantes de la ciudad de Nueva York que eligieron al alcalde”, dijo el funcionario, sugiriendo que la medida socava la libertad de elección democrática.
De aprobarse, la legislación sentaría un precedente al otorgar al Ayuntamiento una herramienta actualmente reservada para los procesos estatales e internos de la ciudad. Sin embargo, tal cambio probablemente enfrentaría impugnaciones legales y un polémico debate político antes de convertirse en ley.